Y dije,
¡Cuando se Acabará
este sufrimiento que no es el mío,
un sufrimiento que me han transmitido
con toques de amargura,
vida perdida, y no por la lujuria,
no recupero ese estado,
donde, ¡NO SÉ POR QUÉ, un día,
desapareció mi ser;
Una persona que camina tiesa,
¡Una niña tejida como un palo!,
tan recta que rompe cansada,
de esperar la perfección que haga feliz
a sus padres, nunca satisfechos,
(y con miedo a perderla)
Llenándola de inseguridad,
castigos y reproches.
luego abandonada como un restrajo,
a su suerte tras haberla machacado,
con frío, miedo, sola,
tras la paliza psicológica.
M C Rivero 2014