Y tú, ¿por qué no me miras?,
y tú, ¿por qué no me tocas?,
y tú, ¿por qué no me besas?,
te daré toda mi boca;
Y usted Señora,
que merece todo mi respeto y más,
pues fue madre, hermana, y hermosa.
de tí, usted, yo me enamoro,
si veo en sus ojos de osa,
brillar la luna temerosa.
Y usted Señora,
que me hizo feliz un día
y luego me echó de su vida,
¡Usted Señora!,
que me dañó, olvidó, apartó y ‘mató’
hazme confiar de nuevo, en tu infinito Amor.
©
M C R
19 may 2014 9